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El Castigador

El Castigador El personaje del Castigador nació hace ya tres décadas, en un momento en que una generación entera de norteamericanos sufría el trauma del Vietnam, mientras crecía la inseguridad ciudadana. En este contexto, la figura del policía violento, del vengador obsesivo, estaba más presente que nunca.

Marvel Comics presentó por primera vez a Frank Castle, el vigilante mejor conocido como The Punisher, en febrero de 1974, como personaje de soporte en The Amazing Spider-Man.

Castle arribó en una cultura popular que había respondido fuertemente a solitarios anti-héroes como el Popeye Doyle de Gene Hackman (Contacto en Francia / The French Connection) y el Harry Callahan de Clint Eastwood (Harry el sucio / Dirty Harry), policías que confrontaban al crimen urbano en sus propios términos.

Uno de los iconos de ese cine que exigía el ojo por ojo fue Harry el Sucio. Pero una mirada atenta nos muestra que el policía de Chicago se podía arropar bajo una curiosa ambigüedad; mientras en Europa se tildaba de fascista a Clint Eastwood y a su personaje, en Estados Unidos se le contemplaba como a un individualista obsesionado por la justicia y capaz de atacar a sus superiores, enfrentándose al sistema.

Tras ser guionista de títulos como “Jungla de Cristal. La venganza” o “Armageddon”, y productor ejecutivo de “Con Air” o “60 segundos”, Johnathan Hensleigh debuta como director con “El Castigador.

Ante la falta de nuevas ideas y siguiendo la última moda en Hollywood de explotar todo aquello que pueda plasmarse en una película, en estos últimos años le ha tocado el turno al mundo del cómic, de la que son ejemplos adaptaciones como las de Spiderman, X-Men o Hulk. The Punisher (título original), ya contó con una adaptación protagonizada por Dolph Lungred en los ochenta. En esta ocasión el elegido para dar vida a este antihéroe que salta de las páginas del cómic a la gran pantalla ha sido Thomas Jane, que se dio a conocer en cintas tan interesantes como Deep Blue See o Bajo Sospecha, y John Travolta, que da la réplica interpretando al villano de la película. Mueve la cámara el guionista de, entre otras, Las Aventuras del Joven Indiana Jones, Armaggedon o La Roca, Jonathan Hensleigh.

El Castigador es un film cuanto menos curioso, porque el que espere (incluido un servidor) encontrarse con una especie de Terminator vengativo aderezado con explosiones y efectos digitales saldrá decepcionado. El Castigador bordea la línea de la acción para centrarse en las emociones de los personajes, circunstancia que ya de por sí merece todo tipo de elogios, aunque sólo sea en grado de tentativa. Apenas encontramos secuencias movidas, los tiroteos se pueden contar con los dedos de una mano y por supuesto tampoco hay escenas grandilocuentes o espectaculares. Según el cristal con el que se mire, la película, sabedora de sus limitaciones, termina convirtiéndose en un grato pasatiempo que se disfruta en todo momento y que destaca por su simplicidad, y que trae a la memoria la estética desenfadada y cutre de los ochenta. Sin embargo la falta de medios es uno de los puntos que ensombrece un film a primera vista tan interesante como El Castigador, que en algunas ocasiones y debido a esas carencias presupuestarias tiene apariencia de telefilm de lujo, a lo que no contribuye demasiado la música de Carlo Siliotto, que con su estilo parsimonioso y dramático no acaba encajando en un film de estas características. Y es que aunque parezca mentira, la película pide a gritos una banda sonora mucho más ruidosa, incluso créanme si les digo que hubiera ganado muchos enteros con las canciones heavy-metal tantas veces criticadas en este tipo de producciones.

Esta nueva entrega de adaptaciones Marvel es como todas las demás, una película deplorable. La película nos cuenta la historia de Frank Castle, que al perder a su familia por una venganza se convierte en el castigador.
Publicado en "Las Publicaciones de Crazyman" del 14 de agosto de 2004
Este punto, tras 10 minutos de película hubiera sido el perfecto para que la película se acabara y poder catalogarla simplemente como mala. Porque apartir de ahí todo empeora aun más.

Los personajes están construidos mediante tópicos, el gordito, el rato, la guapa… y ninguno de ellos hace nada fuera de su registro. Los diálogos son superficiales, sin aportar nada en ningún momento, la película seria igual de mala si se quitarán.

Ni siquiera los efectos especiales se salvan, las explosiones son falsas, los tiroteos también y un par de hombres ardiendo que aparecen en la película se ve como llevan el pasamontañas y la cremita de especialistas o se nota claramente como son maniquís.

Resumiendo, los espectadores deberíamos aprender ya que de la saga Marvel (salvo los x-men que se podría decir que es una película correcta) no podemos esperar nada bueno. Ya que son adaptaciones de comics para adolescentes que en el cambio a la pantalla pierden hasta ese nivel, y se convierten en películas para descerebrados.

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