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ELEKTRA

ELEKTRA De las páginas de Marvel Comics, creadores de “X-Men” y “Spider-Man”, llega ELEKTRA, la primera gran película de acción del año. En la batalla final entre el bien y el mal resiste un guerrero que hace la elección que desequilibra la balanza.
No obstante, esta versión no comparte con Daredevil más que el personaje de Elektra y la actriz que lo interpreta -Jennifer Garner-, ya que su argumento no se molesta en explicar la relación entre ambos argumentos. El prestigioso Terence Stamp encarna a un ciego que instruye a la protagonista en los secretos de la lucha.

Decir que Daredevil encegueció a causa del golpe de un camión con material radioactivo, es parcialmente cierto... Porque ésa es sólo la mitad de la historia; la otra parte es que Daredevil encegueció por el amor de una mujer, pues por primera vez su juicio se nubló, haciéndole dudar sobre su concepción de bueno y malo. El nombre de esa mujer era Elektra.

Sus mortales armas eran inclementes y no hablo sólo de sus violentos sais manejados con maestría ninja, sino de sus pantalones de cuero entallados, su sensualérrimo escote y sus labios tentación.

En Alias interpreta a una espía, y en Elektra es una asesina. Los personajes de Jennifer Garner pueden tener cosas en común, la única diferencia entre la serie televisiva que la impulsó a la fama y la nueva película de la actriz, es que el filme es aburrido. En realidad las escenas de acción y los movimientos que realiza ya los hemos visto en la serie, o por lo menos aquellos que la seguimos, pero en este caso el personaje de la película no connota ni carisma ni expresión alguna. Elektra es un spinoff de la película del superhéroe ciego de los comics de Marvel, Daredevil.
La película ha sido dirigida por Rob Bowman, tras que los derechos que poseía Oliver Stone sobre este personaje expiraran hace unos años. El guión ha sido escrito por Raven Metzner y Stuart Zicherman, con algunos arreglos de Zak Penn.

Por desgracia, la imposibilidad del director Rob Bowman (Expediente X, El Imperio del Fuego) para mantener la atención del espectador, se debe más a la falta de audacia y de un argumento sólido del guión, que a su capacidad como realizador. La mayor parte del metraje adolece de ritmo, sobrecargado de escenas de diálogo (lo cual no sería malo si al menos tuvieran algún contenido) en perjuicio de las escenas de acción que, con cuentagotas, están del todo desaprovechadas. El mejor ejemplo lo tenemos en la parte en la que los cinco asesinos descubren el escondite de Elektra y la niña y los persiguen por un bosque. Hubiera sido un magnífico enfrentamiento, con grandes posibilidades de filmar una secuencia de acción, pero se malgasta en apenas unos pocos minutos y los temibles asesinos acaban reducidos a simples matones de barrio. Lo mismo, en menor medida tal vez, sucede con el clímax final, menos de lo que se espera de él.

Hasta la próxima
Crazyman

El Castigador

El Castigador El personaje del Castigador nació hace ya tres décadas, en un momento en que una generación entera de norteamericanos sufría el trauma del Vietnam, mientras crecía la inseguridad ciudadana. En este contexto, la figura del policía violento, del vengador obsesivo, estaba más presente que nunca.

Marvel Comics presentó por primera vez a Frank Castle, el vigilante mejor conocido como The Punisher, en febrero de 1974, como personaje de soporte en The Amazing Spider-Man.

Castle arribó en una cultura popular que había respondido fuertemente a solitarios anti-héroes como el Popeye Doyle de Gene Hackman (Contacto en Francia / The French Connection) y el Harry Callahan de Clint Eastwood (Harry el sucio / Dirty Harry), policías que confrontaban al crimen urbano en sus propios términos.

Uno de los iconos de ese cine que exigía el ojo por ojo fue Harry el Sucio. Pero una mirada atenta nos muestra que el policía de Chicago se podía arropar bajo una curiosa ambigüedad; mientras en Europa se tildaba de fascista a Clint Eastwood y a su personaje, en Estados Unidos se le contemplaba como a un individualista obsesionado por la justicia y capaz de atacar a sus superiores, enfrentándose al sistema.

Tras ser guionista de títulos como “Jungla de Cristal. La venganza” o “Armageddon”, y productor ejecutivo de “Con Air” o “60 segundos”, Johnathan Hensleigh debuta como director con “El Castigador.

Ante la falta de nuevas ideas y siguiendo la última moda en Hollywood de explotar todo aquello que pueda plasmarse en una película, en estos últimos años le ha tocado el turno al mundo del cómic, de la que son ejemplos adaptaciones como las de Spiderman, X-Men o Hulk. The Punisher (título original), ya contó con una adaptación protagonizada por Dolph Lungred en los ochenta. En esta ocasión el elegido para dar vida a este antihéroe que salta de las páginas del cómic a la gran pantalla ha sido Thomas Jane, que se dio a conocer en cintas tan interesantes como Deep Blue See o Bajo Sospecha, y John Travolta, que da la réplica interpretando al villano de la película. Mueve la cámara el guionista de, entre otras, Las Aventuras del Joven Indiana Jones, Armaggedon o La Roca, Jonathan Hensleigh.

El Castigador es un film cuanto menos curioso, porque el que espere (incluido un servidor) encontrarse con una especie de Terminator vengativo aderezado con explosiones y efectos digitales saldrá decepcionado. El Castigador bordea la línea de la acción para centrarse en las emociones de los personajes, circunstancia que ya de por sí merece todo tipo de elogios, aunque sólo sea en grado de tentativa. Apenas encontramos secuencias movidas, los tiroteos se pueden contar con los dedos de una mano y por supuesto tampoco hay escenas grandilocuentes o espectaculares. Según el cristal con el que se mire, la película, sabedora de sus limitaciones, termina convirtiéndose en un grato pasatiempo que se disfruta en todo momento y que destaca por su simplicidad, y que trae a la memoria la estética desenfadada y cutre de los ochenta. Sin embargo la falta de medios es uno de los puntos que ensombrece un film a primera vista tan interesante como El Castigador, que en algunas ocasiones y debido a esas carencias presupuestarias tiene apariencia de telefilm de lujo, a lo que no contribuye demasiado la música de Carlo Siliotto, que con su estilo parsimonioso y dramático no acaba encajando en un film de estas características. Y es que aunque parezca mentira, la película pide a gritos una banda sonora mucho más ruidosa, incluso créanme si les digo que hubiera ganado muchos enteros con las canciones heavy-metal tantas veces criticadas en este tipo de producciones.

Esta nueva entrega de adaptaciones Marvel es como todas las demás, una película deplorable. La película nos cuenta la historia de Frank Castle, que al perder a su familia por una venganza se convierte en el castigador.
Publicado en "Las Publicaciones de Crazyman" del 14 de agosto de 2004
Este punto, tras 10 minutos de película hubiera sido el perfecto para que la película se acabara y poder catalogarla simplemente como mala. Porque apartir de ahí todo empeora aun más.

Los personajes están construidos mediante tópicos, el gordito, el rato, la guapa… y ninguno de ellos hace nada fuera de su registro. Los diálogos son superficiales, sin aportar nada en ningún momento, la película seria igual de mala si se quitarán.

Ni siquiera los efectos especiales se salvan, las explosiones son falsas, los tiroteos también y un par de hombres ardiendo que aparecen en la película se ve como llevan el pasamontañas y la cremita de especialistas o se nota claramente como son maniquís.

Resumiendo, los espectadores deberíamos aprender ya que de la saga Marvel (salvo los x-men que se podría decir que es una película correcta) no podemos esperar nada bueno. Ya que son adaptaciones de comics para adolescentes que en el cambio a la pantalla pierden hasta ese nivel, y se convierten en películas para descerebrados.