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Constantine

Constantine Basada en el cómic de Garth Ennis Hellblazer, Constantine sigue la estela dejada por Hellboy con otra vuelta de tuerca al satanismo con alma de viñeta. El filme de Francis Lawrence juega la baza de la mitología oscurantista del inframundo en plan bizarro desatado, iconoclasta y desfasado. ¿Cómo verías la vida si ya hubieras visto la muerte en el infierno? Así es como se siente John Constantine , una especie de exorcista que ya está pegando fuerte en las pantallas de cine de todo el mundo con la película Constantine. Constantine ha sido desarrollado por Big Studios, en un intento de recuperar el género de horror en los videojuegos, aquellos que nos hacían saltar del sofá a todos cuando jugábamos a oscuras durante la madrugada. En este caso, dirigiremos a John Constantine a lo largo de catorce niveles, repartidos entre el infierno y la ciudad de Los Ángeles. Así, tendremos que resolver todo tipo de puzzles y laberintos, al tiempo que nos enfrentamos a todo tipo de seres sobrenaturales con nuestras armas sagradas: crucificadores, lanzaestacas o lanzallamas. Lo cierto es que hay que tener sangre para tirarse a la piscina con semejante empanada mental, hay que ser muy temerario para apostar por un proyecto tan contracorriente, tan incendiario. Prácticamente destartala todos los tópicos del cómic cinematográfico, sin salirse jamás de sus estrechas fronteras, haciendo bandera de lo políticamente incorrecto: Un exorcista resignado, con habilidades para discernir entre el bien y el mal, compulsivo fumador (como Hellboy), con cáncer terminal de pulmón, reñido con dios y sus acólitos.

Constantine es un híbrido único: teológico cine negro de acción. Y hasta que llega a su final irrevocablemente tontorrón, merece la pena verla. Aunque la historia es potencialmente fascinante y los efectos visuales a ratos también, la película en su conjunto se queda en el purgatorio de las mediocres. Un film lleno de acción, suspenso, misterios, entre Ángeles y demonios, la trama se vuelve asfixiante, te llena de emociones, es simplemente una de las mejores películas de este año. Los efectos digitales son lo máximo, excelente, una trama ágil, versátil, con mucha imaginación, no apto para cardiacos.No es de terror ni una sátira, ni una película sobre lo paranormal. es una mezcla extraña de todo eso. En ciertas ocasiones se convierte en surealista.

Hasta la próxima

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